jueves, mayo 04, 2006

El Apoyo de Wayna Tambo

GUITARRA EN MANO nació como el IV encuentro de jovenes cantautores (contando a otros encuentros realizados con diferentes nombres en La Paz, Sucre y Cochabamba); a partir de éste, se han realizado ya dos encuentros adicionales (V y VI). El IV encuentro se realizó en la Casa de la Cultura (La Paz), y la Casa Juvenil de las Culturas Wayna Tambo (El Alto); dicho evento fue materializado en un disco, con el apoyo de ésta institución. Estas las palabras de Mario Rodríguez, miembro del equipo de Wayna Tambo, que resumen la experiencia de esta institución con este grupo de cantautores.

Los pueblos suelen construir hermosos pretextos para encontrarse, convivir, seguir siendo colectivos y comunidades, creer y hacer un mundo más digno, curar los dolores y superar las ausencias. La música es, sin duda, uno de los lenguajes privilegiados para esos encuentros. La música relata y acompaña los caminares de los pueblos.
Las luchas sociales por mejores días, más equitativos y dignos, se encontraron en la segunda mitad del siglo XX, en la llamada canción nueva, canción social, canción protesta, canción esperanza u otros tantos denominativos, una fiel compañera y un lenguaje para sentir este renacer permanente de la vida.
Cerca al nacimiento del nuevo siglo (XXI), una serie de jóvenes cantautores pusieron en evidencia su renovada esperanza en la vida y en su fluir permanente de elementos que la abonan y la rehacen compartida, terca, comunitaria, liberadora. Se encontraron y hasta hoy no dejaron de encontrarse y crecer colectivamente. Hay tendencias musicales y de interpretación de la realidad muy diversas y distintas, pero no contradictorias, muestra de su diversidad enriquecedora. Se siguen encontrando, renaciendo colectivamente, retejiendo puentes con el pueblo (esa palabra olvidada en los anaqueles de los que sucumbieron ante un sistema mundial injusto y muy fuerte).
Entre dos Aguas, Quimbando , Sergio Antezana, René Uzqueda, Raúl Ybarnegaray, Latrova y Negro y Blanco (entre muchos otros) ... son la demostración de que la vida, terca y hermosa, quiere seguir brotando, que el dolor es parte de nuestra vivencia pero que no se queda atrapado y distante, sino que fructifica en encuentros, en convivencias, en amores, en cantos y música que nos recuerdan que estamos aquí para “vivir, vivir ... hasta morir de eso”

Mario Rodríguez
Wayna Tambo